El lunes por la mañana encontramos huellas en la clase de la magia.
En un principio vuestros hijos no sabían si eran grandes, medianas o pequeñas y no sabían a quién podían pertenecer.
Fuimos por las clases de Infantil comparando la huella encontrada con los pies de otros niños y profesores.
Sacamos la huella del pie de Mar y del de Martín y al ponerlas todas juntas, observamos que la huella encontrada era de tamaño pequeño.
Investigamos la altura del dueño/a de la huella. Dibujamos las siluetas de los cuerpos de Mar y de Martín y las medimos con sus huellas de los pies y después de medir los cuerpos con los pies, comprobamos que cada uno medía aproximadamente 6 pasos y medio. Ya sabíamos el tamaño que podía tener lo que había entrado en la clase y dónde se podía esconder.
El viernes volvieron a aparecer huellas en la clase y los niños encontraron escondido en el rincón de cuentos, detrás de los cojines, a un entrañable duendecillo. Se ha convertido en la mascota de la clase.